
El sol muere y vuelve a nacer en las caras cansadas y el correo viejo. Confiamos que construiremos lo que el sistema negó. Apuestamos al compromiso de saber que ante el huracán de egoísmo, no caeremos porque tenemos patas de hierro, de material duro, resistente, que no se dejan llevar, sino por los sueños y la lucha.


Bombo, repique, el suelo tiembla cuando la murga se ve venir. Música que impregna esperazas de callecitas y el compromiso de los pibes embriaga a quien se acerca. Presentes, plantados, cantan sus verdades al viento llueva o se caiga el cielo. Los tambores transpiran orgullo y con solo mirarlos uno se siente parte. La muralla irrompible, el tren que no frena, el árbol que hecho raíces y da frutos,
la llama eterna brillado en las penumbras, los Guardianes de Mugica , los protagonistas de esta historia.
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